Dos palabras relevantes e incomprendidas en esta sociedad de consumo. Es tal el ataque publicitario que casi nadie escapa a las garras del consumismo. No hace falta más que ver nuestras casas, nuestra indumentaria, artículos de limpieza y un sin fin de cosas…como afirmaba Félix Rodríguez de la Fuente, podríamos llamar a esta sociedad la de la «basura». Y mientras, millones de personas mueren de hambre, de necesidades prioritarias…¿a dónde vamos?¿hasta cuándo?hemos entrado en la esfera consumiste como elefantes en cacharrería y la Naturaleza y la Ética de Vida van relegándose a basura o a vidas anodinas.
En la educación y desde bien temprano es necesario educar en la sobriedad o austeridad como principal valor para aprender a compartir, a contentarse con lo necesario y a saber dar como raíz de la felicidad.
«Nacemos los unos para los otros. Edúcalos o padécelos» frase antigua que debería ser lema en el frontispicio de todo centro educativo. Consumismo es sinónimo de pobreza interior, vacío….
Dos palabras relevantes e incomprendidas en esta sociedad de consumo. Es tal el ataque publicitario que casi nadie escapa a las garras del consumismo. No hace falta más que ver nuestras casas, nuestra indumentaria, artículos de limpieza y un sin fin de cosas…como afirmaba Félix Rodríguez de la Fuente, podríamos llamar a esta sociedad la de la «basura». Y mientras, millones de personas mueren de hambre, de necesidades prioritarias…¿a dónde vamos?¿hasta cuándo?hemos entrado en la esfera consumiste como elefantes en cacharrería y la Naturaleza y la Ética de Vida van relegándose a basura o a vidas anodinas.
En la educación y desde bien temprano es necesario educar en la sobriedad o austeridad como principal valor para aprender a compartir, a contentarse con lo necesario y a saber dar como raíz de la felicidad.
«Nacemos los unos para los otros. Edúcalos o padécelos» frase antigua que debería ser lema en el frontispicio de todo centro educativo. Consumismo es sinónimo de pobreza interior, vacío….