La Vida Cotidiana (I)

5 comentarios en “La Vida Cotidiana (I)

  1. No se por qué me ha venido a mi mente un sentimiento que en muchas ocasiones tuve mientras trabajaba y mis hijos eran muy pequeños. Sobre todo con mi primer hijo. Me decía a mi misma: Soy una madre desnaturalizada porque mientras estoy en clase ni me acuerdo que tengo un hijo en casa. Bien es verdad que lo dejaba con una persona y con toda conianza de que lo cuidaba muy bien. Pero es que cuando llegaba a casa me olvidaba del resto del mundo. Es que en mi vida he observado que cuando hago una cosa me «olvido» del todo lo demás. Mis nietas me hacen bromas porque un día para explicarles que no les hacia caso porque estaba haciendo otra cosa les dije: «Cuando como, como»
    No es solo el hacer. Es el «vivir» cada momento. Es darle valor. Lo mismo contemplando un atardecer que estar en la sala de espera de urgencias de un hospital. Tomar un café con las amigas que visitar a una persona en una residencia. Escuchar música que acompañar a esa persona que te cuenta su vida. Leer un libro que escuchar un debate político. Y regalarte con un rato de silencio.
    Pero no es solo cuestión de concentración. es más dedicación.
    Compaginar tu vida con la de los demás. Cada día. Cada momento de la vida. Observar y sentir. Con paciencia, alegría y esperanza. La vida es una caja de sorpresas… Así que, siempre aprendiendo a vivir. Guiados por un buen maestro, Jesús.

  2. En estos días pasados, al reflexionar sobre la “Felicidad” en el itinerario que estamos siguiendo, me surgieron algunas ideas que ahora con la presentación de este breve vídeo sobre la vida cotidiana se me han actualizado.
    Me llamó la atención que desde un tiempo a esta parte se nos está llamando mucho la atención desde distintos ámbitos, sobre lo cotidiano de nuestras vidas, considerando que ahí es donde reside la vida, nuestra vida.
    Otra idea que me saltó en estas reflexiones, se centra en la forma que se nos presenta de entender la vida como lo que ocurre en mi presente. Y que es precisamente en ello, donde debo procurar ser feliz y hacer felices a los demás, ya que eso es lo Dios quiere de nosotros. Al contrario de la idea que se nos había señalado durante mucho tiempo, de que la vida aquí era un “valle de lágrimas… “ a superar con nuestros esfuerzos, para alcanzar la felicidad en la otra vida. Dios que es padre y amor lo que quiere es que vivamos y seamos felices en todo momento.
    Durante mucho tiempo, yo he mirado poco a lo cotidiano de mi vida y de la vida de otros, pues siempre, me encontraba ocupado con las cosas que creía importantes y que tenía o debía hacer, pasando desde prepararme para tener un buen futuro, o resolver y crear condiciones para que mi vida en adelante fuera mejor. Vivía más en el futuro que en el presente, de ahí que lo cotidiano fuera algo intrascendente y poco llamativo para mí.
    Es desde un tiempo, cuando me he dado cuenta que precisamente en lo cotidiano es donde está la vida, y sólo desde donde puedo cambiar y modificar lo que vivo y cómo lo vivo.
    Este nuevo enfoque de mi vida, me está costando aceptarlo y asumirlo. He necesitado interiorizar muchas cosas de mi propia forma de entender la vida y las relaciones, pero la experiencia está siendo muy enriquecedora y gratificante. He pasado a intentar manejar mi vida en el presente, sin estar siempre pensando en lo que vendrá después.
    Quiero agradecer estas sencillas y profundas llamadas que se nos están haciendo en concreto desde este blog, pues me resultan muy válidas.

  3. La vida cotidiana tiene sus secretos y en muchas ocasiones no alcanzamos a descubrirlos.- Generalmente transcurre ignorada, desapercibida, pocas veces valoramos su importancia; la rutina de cada día se prolonga indefinidamente.- Para mi hacer las cosas con sentido es lo fundamental, pero esto cuesta, nos exige una disposición interior que muchas veces no tenemos.- Se necesita lo que san Juan Pablo II, dice: «Una fe no encarnada en las obligaciones cotidianas termina por hacerse abstracta o estéril».- Cuando a la noche fijo la mirada en el recorrido del día transcurrido, siempre quedan resquicios, lagunas, agujeros por descubrir, pasan inadvertidos.- La vida cotidiana es la cepa donde crece y se enraíza la existencia humana.- Me ocupo con frecuencia de hacer la vida de cada día, la vida ordinaria, de paz y de amor, con una pizca de humor, para suavizar las relaciones con mis semejantes.- Como decía abundan las ocasiones en que me falta la máxima atención a la hora de consumar la obra.- La vida cotidiana del cristiano debe florecer en toda su extensión, no debemos permitir disociaciones, la vida es la vida y debemos vivirla plenamente incorporando todo nuestro ser.- En lo cotidiano se basa el fundamento de toda mi existencia.-

  4. Mi historia personal ha ido jalonada por diferentes centros de atención, que priorizaban mi vida en cada momento. Alcanzar unos estudios que me permitieran tener un buen trabajo, lograr un trabajo que me permitiera tener una vida mejor, participar en la creación de ámbitos parroquiales que permitieran una mejor vivencia de nuestra fe, comprometerme en la coordinación de una organización local de Semana Santa…
    Reconozco que todo ello me ha ayudado a ser quien soy en este momento. Sin embargo ahora he tenido la oportunidad de descubrir cuan esencial es en vida diaria todo lo cotidiano, aquello que hacia y vivía un día tras otro, mientras mi cabeza andaba pensando en todo lo que quería lograr y deje de disfrutar y aprovechar la mayoría de mi tiempo.
    Hoy intento encontrar el sentido y dar la importancia a cada una de las cosas que realizo y vivo en mi día a día y me siento mas libre, mas dueño de mi vida y mucho más humano.

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