Algunos acentos desde la experiencia de los itinerarios

Una persona que está en la primera fase de la cuarta etapa de la vida, se da cuenta que los acontecimientos no son tan fortuitos como a veces parecen. Eso es lo que me ha sucedido al querer compartir “algunos acentos” de la experiencia vivida en los Itinerarios, que estos últimos años a propósito de la traslación de la Ejercitaciones a nuestro tiempo, he vivido y acompañado.

¿Cómo se inició esta aventura de la actualización de las Ejercitaciones?

Si mi memoria no me falla, recuerdo algunas efemérides y hechos significativos que despertaron en mí la necesidad de dicha actualización.

El primero de todos fue la celebración del cincuenta aniversario de la Proclama por un Mundo Mejor por el Papa Pío XII el 10 de febrero de 1952,  trasmitida por la radio vaticana. En efecto, el día 10 de febrero de 2002 en todos los grupos locales hubo diversas celebraciones y encuentros.

En octubre de 2003 se celebró en Roma un Congreso de espiritualidad. Su lema fue “Espiritualidad de comunión por un mundo solidario”. Hubo una primera fase de preparación en los Grupos Locales, en la que fuimos invitados a escuchar las experiencias de las parroquias y diócesis sobre su realidad y los horizontes que les abría el proyecto de renovación parroquial o diocesano. No quiero, ni es el momento, hacer una valoración del mencionado Congreso. No puedo dejar de señalar la frustración y desengaño que fue para mí ducha celebración, no para expresar mi desaprobación, sino porque fue el detonante y despertador de la búsqueda de lo que no se quiso, o no se pudo hacer. Para mí el Congreso fue una exaltación complaciente de las bondades de la vía Proyectual, en vez, de tomar la vía de la Espiritualidad como indicaba el enunciado de su convocatoria. Tal vez se comprenda mejor en lo que sigue.

Otra posibilidad, que me confirmó en la búsqueda de la vía espiritual, fue la memoria del aniversario del nacimiento del P. Lombardi 1908-2008 y la posterior Convivencia Internacional en Roma en el año 2010. Tuve la ocasión de participar en la preparación y animación del evento, lo que me permitió visitar, con otra actitud, los escritos y memorias del P. Lombardi. Entonces pude decirme: “¡ahí está una de las fuentes!” en las que tenía que beber si queríamos renovar el carisma cuya expresión máxima son las Ejercitaciones. Mi nueva actitud tenía su origen en las nuevas preguntas que yo me hacía ante la resistencia a los proyectos, en la Iglesia en Europa, ahora comprendo mejor que no era tanto una oposición al cambio por parte de los agentes de pastoral. Mi sensación hoy es que el agua que ofrecíamos no saciaba su sed, pero eso hay que añadir los desafíos que la Iglesia y la sociedad tenían en aquel tiempo y que, sin duda, era conveniente encontrar luz en esa misma confrontación. Todo un reto que ahora, con la distancia temporal y psicológica, entiendo como algo necesario que había que pasar para cruzar las tinieblas y poder expresar las limitaciones de los proyectos, hasta entonces aceptados como una “creencia” en el Grupo Promotor. Hoy me siento libre para poder decir que los proyectos no son hoy ni la única, ni la mejor expresión de nuestro carisma. Mi camino de búsqueda encontró por fin un cauce en la vía espiritual, se veía una luz que no alumbraba el horizonte, pero era como la linterna que facilita evitar los tropiezos propios de todo andar en la oscuridad.

La Dirección General, encabezada por Fidel Suarez, tomó la decisión de constituir varias comisiones, una de ellas fue la comisión que se ocupase de la actualización de las Ejercitaciones. El primer acierto en el ejercicio de mi función de coordinador de la citada comisión, fue invitar a Luc Lysy, sacerdote del Grupo Belga Walon, que no solamente aceptó sino que se comprometió con la causa, a pesar de sus muchas responsabilidades, con una entrega y un interés total. Tengo que agradecer a Fidel el apoyo desde el comienzo, juntos buscamos ayuda en los jesuitas, dirigiéndonos al General de los jesuitas D. Adolfo Nicolás que nos dio una ayuda económica y facilitó el encuentro con el también jesuita D. Giuseppe Piva, que formaba parte de la comisión de la actualización de los ejercicios de san Ignacio. Para mí fue una oportunidad contar en los primeros pasos con personas que habían conocido y vivido la experiencia de las antiguas ejercitaciones. No puedo olvidar a Juan Pedro, primer Director General después de P. Lombardi que falleció recientemente, y a Juan José Genovar, español que por años habita en Puerto Rico, les agradezco sus aportes, su interés y seguimiento de la marcha de la comisión, queríamos contar más con ellos pero la distancia y las situaciones no lo facilitaron.

Lo primero que hicimos Luc y yo fue acudir a los escritos más específicos sobre las Ejercitaciones del P. Lombardi. Por su fidelidad a san Ignacio, reiterada en diferentes ocasiones y escritos, nos decidimos visitar también los escritos de san Ignacio, allí encontramos una de las claves que el P. Lombardi vivía con toda naturalidad, la espiritualidad ignaciana, pero no así muchos de nosotros sus colaboradores: “Sin conversión de la persona no hay conversión de la Iglesia”.[1]

La comisión ha elaborado y experimentado por el momento,  tres Itinerarios, que no corresponden a los tres tiempos de las antiguas Ejercitaciones, cuyo dinamismo respondía al Ver, Juzgar y Actuar. Hoy los Itinerarios son una oportunidad para vivir una experiencia, la relación entre ellos es complementaria, pero no hay que verlos como pasos sucesivos, pues la Vocación y Misión profética del Grupo Promotor se vive y se realiza en el hecho de: DISCERNIR LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS, como fuente de todo nuestro servicio. Comenzamos los tanteos de los itinerarios en nuestros grupos locales (Bélgica y España). Hicimos un ensayo internacional en Roma (2014) donde encontramos ciertos límites, por lo que decimos apoyar a los Grupos Locales en los que se pueda y se quiera vivir la experiencia. El grupo de México es uno de los que ha acogido la propuesta y consideramos que puede cooperar a compartir la experiencia.

Creemos que ha llegado el momento de ofrecer abiertamente los itinerarios. Como primer paso, la comisión y algunas personas que han vivido la experiencia, queremos compartir ALGUNOS ACENTOS QUE DESDE LA EXPERIENCIA vamos descubriendo. Pretendemos promover un dinamismo que suscite, despierte, abra interrogantes, inquietudes, las compartamos y que oriente a vivir la experiencia de los Itinerarios. En la comisión somos conscientes que hemos recibido el encargo de poner en la vida de las personas y de los Grupos Locales unos medios para que todo el Grupo Promotor, como tal, pueda reconocer si expresan hoy el carisma del P. Lombardi, como en su tiempo las Ejercitaciones lo manifestaron.

He aquí los acentos, entre otros, que iremos compartiendo y publicando con una periodicidad bimensual:

  • Centro de atención, el ser humano y el mundo
  • Discernir los signos de los tiempos, hoy.
  • Vivir la propia vida cotidiana.
  • Habéis dicho… ¿Ejercicios?
  • El relato facilita el encuentro
  • La fuerza de la palabra.
  • La espiritualidad prevalece sobre la pastoral.
  • ¿Dónde nos habla el evangelio?
  • Armonizar lo interior y lo exterior
  • El Itinerario, camino para vivir una experiencia
  • Acompañantes que testifican

 

Reflexión personal e intercambio:

  • ¿Qué recuerdo y experiencia he tenido de las “antiguas” Ejercitaciones y cuáles serían los núcleos que destacarías?
  • ¿Cómo he vivido la relación entre las Ejercitaciones y los diferentes servicios que realizo en el Grupo Local?
  • ¿Cuál es mi actitud ante la actualización de las Ejercitaciones?

 

Nacho González

[1] “Una obra en su contexto”. Texto elaborado por Luc Lysy.

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