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Excepcionalmente este año, nuestra convivencia de este verano ha estado dedicada totalmente al segundo Itinerario de los ejercicios: SEGUIR AJESÚS.

Hemos sido 12 personas: Verónica, Jean-Marie, Françoise, Pascual, Pascual, Pierre, Coletón, Roger, Fina, Marie-Renilde y Luc, nuestro 'proponente’. Todos hemos quedado muy felices y satisfechos de vivir esta experiencia. Tuvo lugar en la abadía de Brialmont, próximo a la ciudad de Lieja, donde vive una comunidad de religiosas benedictinas, lugar muy agradable, propicio para la tranquilidad y el intercambio.

En este segundo Itinerario, percibimos como una llamada a crecer y a tomar una decisión: „Yo me dispongo a seguir a Jesús, Yo decido continuar sus pasos”.

De estos días intensos, particularmente retengo los puntos siguientes:

• Jesús nos habita… Nos invita a salir de nuestros aislamientos…
• Introduce en nuestra vida, en nuestras relaciones el don de sí sin límites, sin cálculo y sin fronteras…
• Nuestra libertad es despertada para otros…
• Para confiar en la vida, alguien nos ayudó…
• Interesarse por Jesús no es algo automático, es un camino que hay que recorrer para ser discípulo…
• Jesús mismo vive un 'desprendimiento’ en provecho de otros…
• Jesús habla de su propia experiencia, no tiene ningún interés.

La fe cristiana no pasa por fuera de nosotros; queremos una fe más personal y al mismo tiempo se nos plantean una serie de cuestiones.

A través de los intercambios, gustamos la fuerza de la palabra y de la Palabra. Sentíamos una libertad interior que nos invitaba al compromiso. Esta manera de vivir juntos nos hace disponibles para aprender a seguir a Jesús. Gracias a la escucha paciente y atenta, gracias a la comunicación verdadera y profunda de unos y otros, nos sentíamos vivir en la confianza…

Finalmente ¡esta experiencia es una buena noticia!

Una alegría de vivir reinaba entre nosotros y volvimos a casa muy animados. Esta frase sin duda expresa lo que sentíamos:
¡NO MIDAS TUS PASOS, VE Y VIVE LA 'DESMEDIDA DE JESÚS’!