El Itinerario: una experiencia vivida

Aprender a VIVIR, es la lluvia constante con la que los itinerarios van empapando mi vida. Son un regalo inesperado donde intuyo la presencia del Espíritu de Jesús.

Hará 25 años tuve la oportunidad de realizar las ejercitaciones por un Mundo Mejor, bajo la dirección de Juan Bautista Cappellaro. En aquella ocasión coincidimos algunas de las personas de las que hoy formamos parte del Grupo Promotor Español. Mis recuerdos son vagos, primero porque no pude estar todo el tiempo completo y segundo por el transcurso de los años. Recuerdo las partes de análisis de la realidad, en las que se nos daban un montón de datos estadísticos y analíticos, a partir de los cuales se trabaja, veíamos como influía en nuestra realidad y se intentaba discernir a la luz del evangelio cual era el camino que Dios esperaba. Esa experiencia me permitió abrirme a una visión global de la humanidad, a trascender mi mundo concreto. A entender como aquel proyecto de renovación que estábamos viviendo en la parroquia, y que fue realmente animador e impulsor parroquial, era parte de un proceso global más amplio de renovación de la Iglesia y de servicio al mundo.

Los cambios de la sociedad española, la desaparición del sentimiento de cristiandad, el proceso de globalización, la influencia de la emigración, las preocupaciones de la iglesia particular y la llegada de nuevos párrocos, desdibujaron aquella realidad parroquial en la que crecimos y aprendimos a vivir la novedad del evangelio, como una realidad capaz de transformar la vida de las personas y de la sociedad concreta en la que vivíamos.

Después de veinte años la realidad es completamente diferente, el concepto de parroquia es otro, distinto, no tengo añoranza por volver a lo que fue. En estos momentos es lo que es, una realidad y estructura difícilmente adaptable a la situación actual. El tiempo nos ha permitido constatar que aquel proyecto, que fue el medio por el cual Dios actuó en una comunidad y que en su día funcionó, hoy es inviable. El servicio de renovación eclesial que en aquel momento prestó el MMM a través de los proyectos, hoy es difícil de mantener en la línea de servicio de aportación para la construcción de un mundo mejor.

La visión prófetica del P.Lombardi fue adaptándose a las circunstancias del momento y la historia concreta. Pero en mi humilde opinión creo que hay tres claves que este servicio debe tener presentes, para ser fieles a aquella visión, la interiorización, discernir los signos de los tiempos y la presencia del Reino. Ejercitarnos en el espíritu de Jesús con estas tres claves puede ser, o es, la mejor aportación que podemos hacer a la Iglesia para que ella y nosotros seamos signos de la presencia de la fuerza de Jesús para la construcción de la Humanidad.

Y en esta línea de servicio hoy tras varios años, en los que un grupo de personas, acompañados de la mano de Nacho, hemos ido caminando juntos en la vivencia de los itinerarios, tengo que reconocer que han aportado una novedad a mi vida. Me han integrado en la VIDA, haciéndome más consciente de mi realidad personal. He aprendido a tomar la vida en mis manos. Ha desaparecido la angustia de verme envuelto en una vorágine de situaciones y circunstancias externas que me llevaban, provocando la sensación de que eran otros quienes llevaban las riendas de mi vida. Hemos dejado de centrarnos en la realidad que nos rodea. Tomar conciencia y empezar a vivir desde mí, ha sido el primer paso para situarme en la vida y en las situaciones concretas que me afectan. Iniciar un camino de interiorización me ha ayudado a conocer la realidad, porque el primer filtro de percepción soy yo mismo, y es desde ahí desde donde tengo que situarme. Empezar preguntándome ¿cómo vivo las situaciones y las circunstancias cotidianas y extraordinarias?, ¿qué sensaciones y sentimientos provocan en mi?, ¿qué temores y esperanzas me asaltan?, en lugar de analizar, justificar, juzgar… me sirve para comprender, para entender a los demás, para ser comprensivo y compasivo conmigo y con ellos.

Para mí han sido un descubrimiento el itinerario como medio e instrumento para vivir una experiencia, que es compartida con otras personas. El Itinerario es un tiempo en el que la palabra compartida, con plena libertad para decirnos y encontrarnos, es el medio para descubrirnos a nosotros y descubrir con quienes compartimos la riqueza de las realidades que vivimos, y los anhelos de una humanidad en la que esperamos. A la luz del evangelio y a través de la escucha de los otros, ayudarnos a DISCERNIR qué es lo importante, lo esencial y que nos dice el Espíritu ante aquello que nos plantea la vida, y buscar entre todos opciones nuevas que nos ayuden a VIVIR en un mundo más humano al estilo de Jesús.

Esta experiencia que se nos ofrece, después de muchas ocasiones de ir ejercitándonos en ella, estoy por afirmar que es un “Itinerario espiritual”. Cada uno de los participantes, a través de lo que hemos vivido y compartido nos hemos  dejado transformar de forma libre y gratuita. El Itinerario es el “medio” por el que intuimos lo que le espíritu vive y siente. La base del Itinerario es la pedagogía experiencial, nos permite aterrizar en la realidad y huir de las teorías, partimos de la vida, de nuestra vida concreta, de los hechos y de las situaciones que nos afectan y nos preocupan para comprenderlos y asumirlos, en nuestro caso a la luz del evangelio.

El Itinerario no es un curso de formación. Ni un análisis de situación con una propuesta concreta de cambio. El itinerario, como su nombre indica, ofrece un camino a recorrer, donde los protagonistas somos los participantes, que con un mínimo de informaciones necesarias por parte del animador, nos sentimos actores y nunca destinatarios, porque el animador es un acompañante en el camino, que camina con todos y nunca un maestro que permanece al borde del camino.

Bernat Sanchis

 

Puntos para la reflexión personal e intercambio:

  • ¿He vivo la experiencia de algún itinerario?
  • ¿Qué cambio ha supuesto para mi vida y el servicio en el Grupo Promotor?

3 comentarios sobre “El Itinerario: una experiencia vivida”

  1. je n’ai pas vecu l’experience de un itinairaire telle que raconté par Bernats, mais depuis la rencontre avec le Christ et ma formation scout j’ai toujours vecu comme pelerine d’une etape a l’autres de ma vie eclaire par la liturgie de chaque jour avec une lecture exitentiel de la parole de Dieu. Cela nourrit ma vie interieur et m ‘ aide dans le s partages communautaires. mais c’est vrais que ce partage de Vie au niveau du groupe promoteur c’est peut- etre a promouvoir pour arriver a la lecture profonde des signes de temps

  2. Si, he tenido la fortuna de vivir cinco itinerarios, esto han sido para mí un motor para cambiar y seguir buscando, no sólo de manera personal, sino también como Grupo Promotor (México).

    Me han permitido y nos han permitido ver nuestras vida, percibirla de manera diferente, no desde fuera sino desde dentro, poner nombre a lo que sentimos, expresar de manera asertiva lo que pensamos y por ende asumir nuestra vida.

    Como dice Bernat, es un camino que estoy recorriendo no sola, ni solo con el GP, sino con todas aquellas personas con las que me relaciono en los diferentes ámbitos de mi vida.

    El camino es para VIVIRLO, SENTIRLO y sobre todo DISFRUTARLO.
    Gracias

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