En estos tres días de taller he aprendido que los signos de los tiempos de los que habla la Biblia están en mi.
Que no puedo escuchar lo que Jesús me quiere decir si antes no me escucho a mi misma.
Que la materia prima de la espiritualidad está en lo cotidiano, en mi vida cotidiana, que en ella se revela nuestra relación con Dios.
Que en los problemas que enfrento en mi vida debo buscar más allá; lo que hay detrás para comprender su causa o raíz y así poderlo superar. Escuchar a mi corazón.
Que la honestidad es la clave para la comunicación con Dios.
Que la iglesia no nos invita a obedecer, nos invita a amar!
Que nuestro primer oficio es vivir libre de necesidades y gozando un poco del reino de la libertad.
Y me voy dispuesta a hacerlo realidad en mi vida. Mónica Garrido.