El agua es vida; allí donde no hay agua, la vida es muy difícil. En el libro «Colapso» de Jared Diamond, éste expone cómo en la mayor parte de la extinción de las culturas habidas en el mundo han sido debidas a la escasez de agua, bien por variación del clima, talado de árboles, guerras etc
Hay organismos y ONGs que tienen entre sus objetivos la defensa del agua y su distribución básica en el planeta.
Entre los fines de la ONU estaba y, supongo, continúa, la provisión de agua a todos los pueblos de la Tierra.
Aún no se ha logrado, y va para largo…
Un bien tan básico e importante para la vida, debería ser prioridad y tenerlo entre nuestros objetivos de apoyo a la Humanidad (con «algo, al menos» de empatía).
Privatizar el agua es una medida horrenda que va a beneficiar al poderoso frente a la inmensa mayoría de pobres que pueblan el mundo.
El estado de nuestras aguas está indicando el grado de contaminación de nuestro planeta, y éste, si se eleva en gran medida, puede suponer la exterminación de pueblos enteros, guerras fratricidas, hambrunas y como resultado de la presión contaminante, virus y bacterias con alto grado de letalidad como el que en este momento estamos padeciendo en el mundo.
No hace falta más que ver los niveles de contaminación en el país en que se despertó este famoso y cruel virus, y la cantidad de presión que ejerce la electrificación y magnetización de la atmósfera al instalar satélites artificiales para mejorar las transmisiones de cara a una mayor comunicabilidad en TV, móviles etc..
La Tierra, como el ser humano, o animales, el agua, son vida y sometidos a un elevado umbral de polución y contaminación puede colapsar y llegar a una extinción, inclusive de nuestra especie ( ver artículo de Eudald Carbonell, codirector del yacimiento de Atapuerca).
El agua es vida; allí donde no hay agua, la vida es muy difícil. En el libro «Colapso» de Jared Diamond, éste expone cómo en la mayor parte de la extinción de las culturas habidas en el mundo han sido debidas a la escasez de agua, bien por variación del clima, talado de árboles, guerras etc
Hay organismos y ONGs que tienen entre sus objetivos la defensa del agua y su distribución básica en el planeta.
Entre los fines de la ONU estaba y, supongo, continúa, la provisión de agua a todos los pueblos de la Tierra.
Aún no se ha logrado, y va para largo…
Un bien tan básico e importante para la vida, debería ser prioridad y tenerlo entre nuestros objetivos de apoyo a la Humanidad (con «algo, al menos» de empatía).
Privatizar el agua es una medida horrenda que va a beneficiar al poderoso frente a la inmensa mayoría de pobres que pueblan el mundo.
El estado de nuestras aguas está indicando el grado de contaminación de nuestro planeta, y éste, si se eleva en gran medida, puede suponer la exterminación de pueblos enteros, guerras fratricidas, hambrunas y como resultado de la presión contaminante, virus y bacterias con alto grado de letalidad como el que en este momento estamos padeciendo en el mundo.
No hace falta más que ver los niveles de contaminación en el país en que se despertó este famoso y cruel virus, y la cantidad de presión que ejerce la electrificación y magnetización de la atmósfera al instalar satélites artificiales para mejorar las transmisiones de cara a una mayor comunicabilidad en TV, móviles etc..
La Tierra, como el ser humano, o animales, el agua, son vida y sometidos a un elevado umbral de polución y contaminación puede colapsar y llegar a una extinción, inclusive de nuestra especie ( ver artículo de Eudald Carbonell, codirector del yacimiento de Atapuerca).